Como país megadiverso, México cuenta con lugares realmente fascinantes e imponentes, que se originaron desde antes que los humanos apareciéramos en la tierra. Los volcanes son un gran ejemplo; estructuras geológicas que se encuentran conectadas al interior de la tierra. 

Se han contabilizado hasta 2 mil volcanes en el país, pero de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención y Desastres (CONAPRED) solo 40 de ellos están activos.  

Algunos de ellos se encuentran en zonas protegidas y parques nacionales y se pueden visitar para practicar senderismo, trekking e incluso alpinismo, otros se encuentran en constante observación por su actividad. Sin duda alguna, son elementos de la naturaleza de los cuáles hay que cuidarse, pero también ofrecen un espectáculo visual y sensorial que ninguna persona se debe perder. 

Estos son algunos de los más conocidos: 

  • POPOCATÉPETL

Elevación: 5,452 m

Ubicación: Puebla, Morelos y Estado de México 

Se trata de un estratovolcán, es decir, está formado por varias capas de lava solidificada y cenizas volcánicas, las cuales producen explosiones periódicas. 

Es el segundo volcán más alto de México y uno de los más famosos. Su nombre es de origen náhuatl y significa “Monte que humea”; Popōca (humear) y tepētl (montaña), aunque también ha sido bautizado por los habitantes de sus alrededores como “Don Goyo”.

Alrededor del Popo hay una leyenda, que también contempla al volcán Iztaccíhuatl, que tiene sus orígenes en la época prehispánica, en tiempos de guerra entre aztecas y tlaxcaltecas.  

  • CITLALTÉPETL

Elevación: 5,747 m 

Ubicación: Puebla y Veracruz

También conocido como Pico de Orizaba; es el punto más alto de México y el tercero de Norteamérica. Como casi todos los volcanes del país, su nombre está compuesto por palabras de la lengua náhuatl: “Citlali”, que significa estrella y “tepetl”, que significa monte, es decir, “El Monte de la Estrella”. 

En el año de 1937 fue declarado Parque Nacional y actualmente está habilitado para realizar senderismo, ciclismo de montaña y campamentos. Una de las mayores atracciones de este volcán es visitarlo en temporada de nevadas. 

  • IZTACCÍHUATL 

Elevación: 5,286

Ubicación: Estado de México y Puebla 

La Mujer Dormida, como también es conocida, es el tercer volcán más alto de México. Desde 1935 forma parte de una de las áreas naturales protegidas más antiguas del país. Se le conoce con este segundo nombre por su forma y también por la leyenda Náhuatl; este pueblo la consideraba una montaña sagrada.

Es una de las zonas preferidas por los amantes de las actividades al aire libre para realizar trekking y senderismo.  

  • VOLCÁN DE COLIMA

Elevación: 3,960 m 

Ubicación: Colima y Jalisco 

Está clasificado como un volcán andesítico, esto quiere decir que ha formado su cono poco a poco en cada erupción, poniendo una capa de material sobre otra. Es el volcán más activo de México y uno de los más activos de Norteamérica, debido a esto, su parte superior cambia de lugar constantemente; en algunas ocasiones crece y posteriormente se derrumba. Desde el año de 1576 ha registrado más de 40 erupciones. 

Debe su nombre del rey Colimán; último rey de los colimas, colimotes o colimecas que habitaban esta región del “Señorío de Coliman”. Actualmente se encuentra en los límites de los estados de Colima y Jalisco.  

 

  • VOLCÁN LA MALINCHE 

Elevación: 4,420 m 

Ubicación: Puebla y Tlaxcala 

 A la sexta montaña más alta del país, se le calcula una edad de 25 millones de años y su nombre significa en náhuatl “Venerable Señora de Hierba o Venerable Señora de la Falda Verde”. 

Su estructura volcánica se caracteriza por materiales piro–fragmentados de brecha y aglomerados volcánicos empacados por gravilla, arena y piedra pómez. 

Se encuentra perfectamente aislado y rodeado de árboles de pino y algunos abetos. Se puede emprender una caminata para llegar a la punta del volcán, pero es muy importante hacerlo con un operador autorizado. 

La experiencia de conocer de cerca un volcán es inigualable, pero siempre es importante informarse antes de visitarlo. Toma en cuenta el clima, la actividad del volcán, la época idónea, las recomendaciones de las autoridades y sobre todo, las personas o empresas correctas que gestionan tu visita. 

Blog T&C Group