Podríamos decir que México lo tiene prácticamente todo; escenarios naturales impresionantes, zonas arqueológicas, patrimonio histórico y cultural, espacios artísticos, infraestructura y calidez humana. Todos estos elementos lo convierten en uno de los 10 países más visitados del mundo.

 

La zona sur del país, específicamente Cancún y la Riviera Maya, son los destinos que más turistas atraen al año y que curiosamente engloban la mayoría de las cualidades antes mencionadas. De igual forma son destinos muy atractivos para la celebración de congresos, convenciones y viajes de incentivo.

 

De una forma u otra, México y su gente ya tiene ganado un lugar en el desempeño de estas actividades, pero ¿Cómo podría convertirse, no sólo en un líder, sino en un referente? ¡Saliendo de lo convencional!

 

En países como España, Alemania o Estados Unidos se rentan espacios históricos para cenas, conferencias y otros eventos, así mismo, los edificios inconclusos, casonas antiguas, bodegas y fábricas se acondicionan para ofrecer a los asistentes una experiencia única.

 

¿Por qué no vemos tanto este tipo de estrategias en nuestro país? Probablemente por el temor a salir de la zona segura y porque cada vez más empresarios están invirtiendo en infraestructura hotelera, lo cual brinda seguridad.

 

La creatividad y el ingenio mexicano también son elementos intangibles que nos dan identidad a nivel mundial y que tiene la capacidad de transformar entornos y provocar sensaciones. ¿Por qué no echar mano de ellos?

 

Al parecer es cuestión de tiempo para que México no sólo se encamine y siga las tendencias mundiales en cuanto a recintos alternativos se refiere, sino para que supere expectativas y se convierta en puntero de Latinoamérica.