El coronavirus ha causado grande estragos alrededor mundo, desde crisis económicas hasta lamentables decesos, los últimos dos meses una gran mayoría de la población se ha visto confinada en su casa por la medidas del distanciamiento, lo cual ha incremento el estrés, los niveles de ansiedad incluso propiciado el desarrollo de síntomas de depresión.
A ojos del mundo el COVID-19 ha sido un desastre para la humanidad, sin embargo existe un realidad paralela, en medio de esta crisis es imposible no darse cuenta que alguien ha salido beneficiado de todo esta situación: la naturaleza.
Bastaron solo unos cuantos días de cambios en los hábitos y rutinas de los seres humanos para que la tierra manifestará su postura ante esta pandemia, la reducción de actividades era el respiro que necesitaba para poder empezar a regenerarse.
Cada día de encierro es una oportunidad para el planeta, eso no significa que la crisis ambiental se esté resolviendo, pero sin duda da pruebas sobre cómo hacerle frente, en nuestras manos está la clave para disminuir el impacto ambiental y cada acción cuenta. Estas son algunas de las maneras en que la tierra nos lo está demostrando:
- Menos contaminación
Los niveles de contaminación han decrecido en todo el mundo, ciudades con números altos se encuentran ahora con cielos limpios donde son visibles las estrellas que se creían perdidas; lagos, mares y ríos están recuperando el color de sus aguas que habían sido ensombrecidos por la actividad humana.
- Animales que regresan
En diversas partes del mundo se ha reportado el avistamiento de especies consideradas extintas como el lobo gris en Francia o la civeta de Malabar en India, o se ha detectado la presencia y cercanía de animales que no se habían aparecido en años, ante la poca actividad humana están volviendo a hacerse presentes.
- Fenómenos perdidos
La naturaleza está llena de espectáculos maravillosos, sin embargo muchos de ellos se han visto opacados por las actividades humanas, tras las cuarentena se empiezan a vislumbrar nuevamente estos fenómenos, tal fue el caso de la bioluminiscencia en las playas de Acapulco, en México
El mundo está poniendo en evidencia que la disminución de actividad humana tiene un lado positivo, nos da una oportunidad para ser más responsables y conscientes con el medio ambiente. Por nuestra parte, seguimos cumpliendo con nuestro compromiso de diseñar, incentivar y motivar un turismo con responsabilidad ambiental durante y después de la cuarentena.