Foto: Cortesía Redcliffe Healthcare.
La pandemia de COVID-19 ha sido un hito para la historia de la humanidad, vino a modificar gran parte de nuestros hábitos y rutinas con el fin de mantenernos seguros y evitar que se propagara el contagio. Entre las medidas de protección el uso obligatorio del cubrebocas se convirtió en una de las más importantes.
El cubrebocas se volvió un accesorio indispensable para poder salir de casa, pronto aparecieron una gran variedad de opciones y modelos para suplir la inminente demanda que implicaba su uso diario, desde los más sencillos que se encuentran de venta en la calle, hasta los personalizados, con elementos decorativos o de diseño que solo se consiguen bajo pedido por internet.
Ante este panorama muchas empresas de tecnología alrededor del mundo han empezado a desarrollar prototipos de mascarillas con funcionalidades más avanzadas que no sólo garanticen seguridad frente al Coronavirus, sino que ofrezcan una experiencia atractiva y completa a los usuarios.
Después de todo son justo los momentos de crisis cuando más oportunidades de innovar aparecen, ya que las situaciones difíciles obliga a ver las cosas desde una perspectiva completamente diferente y por lo tanto a pensar de formas que jamás se hubiesen imaginado
Las empresas están en la búsqueda constante de presentar inventos, creaciones, servicios o productos novedosos que cumplan con el rol de satisfacer las necesidades de la sociedad de una forma práctica, mejorar su calidad de vida o facilitarles ciertos procesos de su día a día.
En tiempos de pandemia la innovación ha estado en estado puro, la tecnología se ha acelerado para facilitar la adaptación a la llamada nueva normalidad, por eso no es de extrañarse que empezaran a surgir ideas y proyectos de protectores faciales más sofisticados.
Uno de los que más ha llamado la atención es el caso del cubrebocas de la compañía Redcliffe Medical de Southfield llamado Leaf con protección N-99, esta mascarilla tiene la particularidad de desinfectarse sola resistir al fuego, es transparente, no se nubla al respirar y sus funciones de limpieza se puede controlar desde una aplicación.
Otro es el cubrebocas inteligente C-Mask de la empresa japonesa Donut Robotics, el cual tiene el objetivo de mejorar la comunicaciòn del usuario mientras se encuentra protegido. La mascarilla se conecta por Bluetooth a un smartphone, por lo tanto dejar hacer llamadas y mandar mensajes de texto por voz, además puede traducir a 8 idiomas y amplifica el volumen del hablante.
Si bien es cierto que la pandemia paralizó al mundo entero durante unos meses y dejó una inminente crisis a su paso, para el campo de la innovación sucedió lo contrario, salieron a la luz nuevas formas de cubrir las necesidades de las personas: iniciativas, herramientas y productos, esto solo demuestra que los tiempos de crisis son perfectos para la evolución tecnológica e innovación.